jueves, 26 de julio de 2012

FAMILIARES Y TAMBIEN EX MINEROS DE EL AGUILAR, SE SUMARON A LA SALA DE AUDIENCIA AYER EN JUJUY.


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Ayer en la nueva audiencia testimoniaron dos testigos propuestos por la fiscalía en la causa “Julio Rolando Alvarez García”, donde está imputado el ex teniente Mariano Rafael Braga. Ambos fueron admitidos por el Tribunal Oral Federal (TOF) para su declaración. En tanto que la causa “Avelino Bazán” no pudo avanzar por problemas técnicos, para lograr la videoconferencia. Es el enlace con Buenos Aires donde se encuentra el imputado Antonio Vargas en el penal de Ezeiza y su salud está bien, le informaron al TOF.

Antes de levantar la audiencia, pasado el mediodía, el tribunal hizo pública la presentación de la fiscalía de “cese de prisión domiciliaria” para el imputado Rafael Braga, y sea trasladado a la Unidad 8 mientras dure este juicio. Tras el pedido, el TOF solicitará informes para resolver el pedido.


En cuanto a la audiencia de hoy, la querella solicitó se suspenda la misma, ya que los organismos de derechos humanos participarán de la tradicional Marcha del Apagón en Libertador General San Martín. El pedido fue aceptado por las partes y el TOF resolvió suspender la audiencia y continuar el debate mañana viernes a las 9.

Vale aclarar que el enlace y la comunicación de Buenos Aires a Jujuy era ideal, y también del Tribunal Oral de Salta -donde había un testigo - el problema técnico era en Jujuy, por esa situación se suspendió la audiencia de ayer.



Los testigos que estaban previstos para la jornada de ayer, cuatro personas, serán reprogramados.

La sala de la audiencia se vio renovada por familiares, ex mineros de El Aguilar quienes esperaban que ayer comience a ventilarse la causa “Avelino Bazán y otros” como se había previsto.


El primero de los testigos propuestos por la fiscalía fue Enrique Alvarez García, sobrino de Julio Rolando, quien presenció la violenta detención de su tío en la casa de sus abuelos en el barrio Ciudad de Nieva, cuando tenia 7 años, el 21 de agosto de 1976.

Su relato y su recuerdo confirmó lo que testigos anteriores vieron de ese momento violento. Al ser consultado por los hombres que ingresaron a la casa de sus abuelos, dijo que fueron dos, y recordó la cicatriz de uno de los hombres que ingresó: “me llamo la atención la cicatriz, me dio miedo, era tan pequeño”.

El segundo testigo “espontáneo” Eduardo López Salgado, comentó que no había declarado antes por miedo, “ni en los ‘80, en los juicios promovidos por Alfonsín, Conadep por temor”. Porque no estaban dadas las garantías y por la promesa a su madre que padeció vejámenes como su familia y la de uno de los detenidos.

Este testigo se presentó, este año, ante la Fiscalía Nº 1, para declarar con el fin de involucrarse para cerrar este ciclo, reconociendo la lucha de las madres, abuelas, los organismos de derechos humanos y al Gobierno nacional. “Necesito cerrar este capítulo y reivindicar a mi madre y hermana, honrar la figura de Julio Pampero”, expresó López Salgado.
Rechazaron la recusación

En cuanto a la investigación de la causa “Burgos y otros” que se tramita en el Juzgado Federal Nº 2, el juez federal Subrogante Fernando Poviña rechazó el planteo de la defensa de Carlos Pedro Blaquier, por la recusación al Fiscal ad hoc Dr. Pablo Pelazzo del ministerio público fiscal.

Cabe recordar que esta causa había estado paralizada durante mucho tiempo en ese juzgado, cuando estaba el Dr. Carlos Olivera Pastor.


El pedido de la defensa de Blaquier, fue tras los hechos ocurridos el pasado 6 de julio en inmediaciones del mencionado juzgado, cuando se iba a presentar el empresario del grupo Ledesma a la indagatoria. La defensa de Blaquier, responsabilizó al flamante fiscal ad hoc, por haber sido querellante de organismos de derechos humanos. La estrategia de la defensa sólo sería dilatoria para el proceso.

La indagatoria al empresario Pedro Blaquier aún está pendiente.
También vale recordar que la misma estrategia intentó utilizar la defensa de los imputados en el primer juicio de lesa humanidad y también fue rechazada en esa oportunidad.

Fuente : Mariana Mamaní El Tribuno de Jujuy

EL ASESINATO DE LUIS RIZO PATRON, AMIGO DE SANTUCHO


Por Alejandra Dandan.

Luis

A Luis Rizo Patrón le decían “el profesor” en el pueblo de Metán. “Mi mamá era profesora de lengua y mi papá de contabilidad, vivíamos ahí en donde ser docentes era uno de los mayores privilegios, nosotros éramos muy bien considerados” en el pueblo, dijo Gabriela, hasta que en mayo de 1972 detuvieron por primera vez a su padre. “Al episodio lo viví bastante de cerca porque nos detiene la policía. En ese momento se usaban unos portafolios enormes de Primicia. Me acuerdo que el policía me dijo: abrime el portafolio. Yo miré para atrás, mi mamá me dijo que lo abra y mi hermana se resistía. Cuando vieron que llevábamos útiles nos dejaron ir al colegio y cuando volvimos a nuestra casa, a mi papá se lo llevaron detenido.”
Luis estuvo preso en Tucumán, en Buenos Aires, en Resistencia y luego en Salta. Los hijos lograron verlo en la cárcel de Salta en mayo del ’72, donde les mostró las artesanías que armaban con huesos de caracú. “Lo vi mucho más flaco, había hecho huelga de hambre y mi hermana me preguntó si no me había dado cuenta de que estaba golpeado. Pero yo no me daba cuenta todavía.” Cuando salió en el mes de septiembre, al poco tiempo comenzó con la candidatura a legislador. “Para nosotros todo eso era raro”, dijo ella. “De golpe pasamos de ser hija de un preso, a ser hija del candidato, a los pocos meses hija del legislador y vicepresidente de la Cámara de Diputados de Salta en la época del gobierno de Ragone.”
En el ’73 y ’74, como legislador viajaba los fines de semana a Metán. Con los años Gabriela se metió a ver sus proyectos, entre los que más discusiones generó, encontró uno sobre la expropiación de latifundios.
“¿Por qué pasó a la clandestinidad?”, preguntó el fiscal en la sala.
“Ya a mediados del ’74 el ambiente no era tan jolgorioso, de ser la hija del legislador empezamos a recibir amenazas. Digo jolgorioso porque pude venir a la capital de Salta y verlo no en la cárcel sino como diputado, que estuvo lindo. Pero al final del ‘74 toda la familia estaba amenazada y a un vecino a dos casas de la nuestra le pusieron una bomba y nos dijeron que se habían equivocado: que las bombas eran para nosotros. Yo tenía 10 años y entendía perfectamente qué era que a uno le pusieran una bomba: vi la que le pusieron al vecino, vivíamos con muchísimo miedo.”
Con un apagón provocado por algunos amigos, la familia salió en secreto de Metán a Santiago del Estero. Dos o tres semanas después, dos bombas estallaban en la casa de Metán.
Luis pasó un tiempo en el altillo hasta el golpe de 1976. Por la situación económica, empezó a viajar a Roque Saénz Peña en el Chaco y volvía a Santiago del Estero una vez al mes. “Cuando volvía nos contaba mucho del campo, y a mi hermano le gustaba en particular ir a cazar. Una vez, mi hermano se entusiasmó con la idea de ir a un paraje cercano de donde estaba mi papá, en Pampa de los Guanacos (en el norte de Santiago del Estero y límite con el Chaco). Quedaron que se juntaba ahí con mis tíos. En ese momento lo secuestraron unos que dijeron que eran de la policía. Mi papá vivía en una pensión. A cambio de entregar a mi hermano, mi papá tenía que entregarse. Ese fue el trato, mi papá se entregó. Subieron los dos a una camioneta, a mi hermano lo volvieron a llevar a Pampa de los Guanacos. Lo dejaron en medio de un monte cercano y de allí se lo llevaron a mi papá, en definitiva desde Pampa de los Guanacos.”

Lo que vino

Luis era uno de esos maestros que mientras sus alumnos hacían balances, les ponía discos de versos de García Lorca de su mujer que era profesora de lengua. O música clásica. “Sé que militaba en el PRT”, dijo Gabriela. “Sé que tenía reuniones. Era amigo íntimo de Roberto Santucho, fueron al mismo colegio, tuvieron muchas experiencias juntos, no sé cuál de los dos salvó la vida de cuál cuando cayeron al río Dulce. Compartieron mucho también con mi mamá cuando se formó el primer grupo que buscaba reivindicar los derechos, el FRIP y después en el PRT.”
Lo que sucedió con Luis como secuestrado –una palabra que Gabriela subrayó en medio de la sala cuando la fiscalía preguntó por su “detención”– forma parte de esa militancia. De Pampa de los Guanacos lo llevaron a Santiago del Estero, donde lo esperó Musa Azar. Lo vieron en Tucumán y lo dejaron muerto con una crueldad sobre la que todavía existen preguntas, en medio de la plaza de Metán.
“¿Usted sabe por qué secuestraron primero a su hijo si quienes lo seguían pudieron secuestrarlo a él directamente?”, le preguntaron en la sala. Gabriela dijo que no lo sabe, supone que fue porque a su padre lo querían con vida y con su hijo de señuelo se aseguraban que fuera así. En otro momento le preguntaron por qué creía que después de todo lo que hicieron, lo volvieron a llevar hasta Metán.
“Haciendo cálculos fueron muchos días los que lo tuvieron”, dijo ella. “Desde el 25 de junio hasta el 12 de julio, de acuerdo con mi construcción mental y respondiendo a la pregunta, siempre interpreté como que fue una cuestión aleccionadora. Yo nunca había vuelto a Salta, el año pasado fui a un congreso y me fui a Metán y me fui a la plaza para verla. Me pareció gracioso que pongan un cuerpo al pie de la estatua de San Martín –dijo– podía tomarse como un homenaje. Pero por todas las otras condiciones, rodearlo de paquetes de bombas, con el cuerpo torturado, era como algo aleccionador.”
David Leiva es uno de los abogados de las querellas. Está convencido de que el secuestro de Luis pudo estar relacionado con la persecución a Santucho. Cree que el circuito por el que pasó muestra además la coordinación no tanto de la policía sino del Ejército, que tenía la mirada de la zona. Otro de los aportes de sus subrayados es sobre la condición de militante político de Luis: “Nosotros estamos intentando ubicar a las víctimas del terrorismo de Estado en los partidos en los que militaban, y eso se está dando en Salta, sobre todo con los testimonios que se escuchan de los militantes del interior de la provincia, porque con estos juicios no perseguimos solamente la sanción punitiva del Estado, sino la posibilidad de recuperar la historia de los compañeros. No contarla es perpetuar ese proceso de desaparición: no contar dónde militaban y cuáles fueron las ideas es parte de la política de seguir desapareciéndolos. La experiencia es lo más próximo que esta generación tiene que legar a las futuras”.
Fuente: Pagina 12

martes, 24 de julio de 2012

Represores del NOA, en el homicidio de Rizo Patrón


Integrantes de las fuerzas represivas de Salta, Santiago del Estero y Tucumán participaron del secuestro, torturas y homicidio del docente y ex diputado provincial Luis Rizo Patrón, hechos cometidos a mediados de 1976.
La información fue aportada ayer por una de las hijas de la víctima, Gabriela Rizo Patrón, el único familiar directo que estuvo en condiciones de dar su testimonio en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se lleva a cabo en Salta. En la misma jornada el médico Gabriel Carabajal confirmó las irregularidades que siguieron al hallazgo del cuerpo de Rizo Patrón, el 13 de julio de 1976. Ni siquiera pudo explicar por qué no se le sacaron las balas del cuerpo para continuar con la investigación.
Rizo Patrón provenía de una familia santiagueña, se había establecido con su familia en Metán, donde él y su esposa, María Sofía Miguel, ejercían la docencia. Militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Además de compartir la ideología, era amigo de la infancia de Roberto Santucho. En 1973, luego de sufrir la cárcel, en un cambio vertiginoso (“en una época éramos los hijos de los profes, en una época éramos los hijos del preso, los hijos del candidato, del legislador”) fue electo fue diputado provincial y desde ese lugar impulsó proyectos que le generaron odios, como una ley para la expropiación de latifundios.
Su hija, que hilvanó un relato emocional, en el que, una vez más, se evidenció el terror implantado por los gestores de la última dictadura cívico-militar, recordó que a mediados de 1974 comenzaron a recibir amenazas: “Vivíamos con mucho miedo”. La situación empeoró con la caída del gobierno de Miguel Ragone, en noviembre de 1974. Entonces les retiraron los guardias de la casa, su padre tuvo que esconderse y la familia abandonó Metán de noche y se instaló en la casa materna en Santiago del Estero. “Mi mamá nos dijo que no podíamos escribirles a nuestros amigos porque perjudicábamos a las personas. Así que fue un corte abrupto con Metán”.
En 1975 Rizo Patrón fue a Santiago. Primero se escondió en la casa de una tía, luego en la de su madre, y por fin pasó al altillo de la casa de su suegra, cerca de la familia. En 1976, luego del golpe, acuciado por problemas económicos, aceptó atender los asuntos contables de comercios de Presidencia Roque Sáenz Peña, en el Chaco. Esta circunstancia animó a su hijo mayor, que entonces tenía 15 años, a visitarlo en Sáenz Peña y luego ir Pampa de los Guanacos a cazar en un campo de unos tíos.
Pero el mismo día que llegó al campo, dos policías lo cargaron en una camioneta y lo trasladaron a Sáenz Peña, donde fueron al hotel en el que se hospedaba Rizo Patrón y le exigieron que se entregara a cambio de la libertad de su hijo. En la misma camioneta fueron traídos ambos hasta Pampa de los Guanacos, en medio del monte, el adolescente fue abandonado. Le quedaron grabadas las palabras de despedida de su padre: “Cuidalas a tu mamá y a tus hermanas”. Como pudo, regresó a la casa de los tíos.
De la suerte del padre se enteraron cuando una amiga de Metán les contó que su cuerpo había sido dejado al pie del monumento a San Martín, en la plaza principal de Metán.
Posteriormente Daniel Rizo Patrón, hermano de Luis y que junto a su esposa fue detenido el 17 de junio de 1976 y puesto a disposición del PEN, contó que lo vio en dependencias de la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado) en Santiago del Estero. Daniel supo además, por relatos de otros detenidos, que Rizo Patrón fue visto también en el centro clandestino de detención conocido como La Escuelita, en Tucumán, donde “era uno de los más torturados”. Daniel Rizzo Patrón declarará en este proceso como testigo.  
En cambio, ni los otros hijos ni la esposa de Rizo Patrón están en condiciones de declarar. Gabriela destacó las dificultades que aún soporta su hermano para sobrellevar esta situación, y las dificultades en el seno de la familia. “Recién ahora lo hemos empezado a hablar, y lo hicimos a raíz de que él publicó un libro: ‘Sin odios, sin culpas y sin miedo’. Pero es muy difícil estar acá. Fue difícil dejar a mi mamá en el estado en que está. Mi hermano no puede declarar. Mi hermana tampoco, porque tiene ataques de pánico. (Es que) el miedo sigue estando”. “Nos metieron el miedo adentro”, ratificó rato después antes de explicar que se animó a declarar porque considera importante que se sepa quién fue su padre, cuáles fueron sus convicciones. “Era una persona que desde la docencia trató de transmitir el respeto al otro”.
También recordó que tras la muerte de su padre, quemaron todos sus papeles, incluido el borrador de su libro. “Esa es una de las escenas más tristes que tengo en mi vida. Verla a mi mamá con los libros de mi papá, con el libro que estaba escribiendo”. 
Cuidarse hasta de  los que cuidaban
“Mamá nos decía siempre que nos cuidáramos de todos, aún de las personas que nos estaban cuidando”. La frase fue repetida en el testimonio de Gabriela Rizo Patrón. La segunda vez la dijo para dar cuenta de lo acertada que estaba su madre: ni bien llegó a Salta vio en los diarios el nombre de uno de los señalados como represores en Metán: Eduardo del Carmen del Valle.
Reconoció el apellido enseguida: “Él formaba parte del grupo de policías que nos cuidaba”, aseguró.  Fuente: Elena Corvalán 

lunes, 23 de julio de 2012

Detenida política contó que fue violada reiteradamente


Una detenida política que en 1976 tenía 17 años contó ayer que fue reiteradamente violada mientras permaneció cautiva en un campamento levantado en el medio del monte, en las cercanías de la ciudad de Salta, que aparentemente estaba a cargo del Ejército. Los cuatro testigos de la víspera declararon sobre la persecución política en Metán. El abogado Andrés Ruarte sindicó al inspector de tránsito Eduardo del Carmen del Valle como el jefe de una banda de represores que operaba en la localidad del sur provincial.
En 1976 Juana Isabel López militaba con su familia en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), cuyo brazo armado era el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en el que militaron dos de sus hermanos.
La historia de la familia de Juana es la historia de muchas familias signadas por la militancia política y la represión homicida. A mediados de 1976 la familia conocía la persecución, que había comenzado ya en 1974, desde que el mayor de los hermanos, Luis Roque López (con el que Juana tenía especial estima) desertara del servicio militar para unirse en la lucha revolucionaria, y fuera asesinado por el Ejército (después de entregarse) en la conocida como la Masacre de Capilla del Rosario, en Catamarca.
“‘Su hijo el subversivo está muerto’, le dicen (los policías a su madre) de mala manera. Le dejan una carta a donde tenía que ir a reconocer el cadáver en Catamarca”, recordó ayer Juana.
Si bien se sabían vigilados, por el inspector de tránsito Eduardo del Carmen del Valle y por el oficial Rolando Perelló, la primera detención de Juana ocurrió recién en mayo de 1976. Al mediodía un grupo de policías se llegó hasta la precaria casa paterna y se la llevó, junto a su madre y a su pequeña hijita. Las mantuvieron detenidas en la Comisaría, en celdas separadas, siendo interrogadas por el comisario sobre otros militantes políticos como Roque Montenegro, Juana Torres y Reinaldo Isola, los tres desaparecidos luego. Al cabo de una semana las soltaron.
Hasta una madrugada de junio de 1976 en que un grupo de hombres armados entró con violencia a la casita preguntando por “Chabela”, su apodo, y se la llevaron en vehículos Ford Falcon. La vendaron y la condujeron hasta la salida hacia la ciudad de Salta, donde la subieron, atadas las manos hacia atrás, a una especie de furgón donde pudo percibir que había más detenidos.
En ese vehículo fueron trasladados hasta un monte, del otro lado de la ciudad de Salta. A la llegada, la ataron de pies y manos, le mantuvieron la venda, le taparon la boca y la arrojaron en una gigantesca carpa en la que había otros detenidos. Allí fue interrogada permanentemente por un hombre, y violada recurrentemente por otro u otros hombres. Cuando trataba de evitar las violaciones, recibía patadas. La tortura siguió hasta que perdió la noción del tiempo, y las sensaciones.
Estos momentos fueron revividos ayer por Juana, cerrando los ojos frente al Tribunal. “Estaba tan harta ya con el manoseo, con todo, que les digo que tenía sífilis, que estaba siendo tratada porque, digo, como sea voy a defenderme de esto. Y a partir de ahí no me tocaron más”.
En el campamento, desde que llegó, escuchó “gritos, llantos de gente que torturaban”. Por las noches se escuchaban tiroteos, a veces oía los gritos, los llantos y luego los tiros. Un día se le cayó la venda y vió que la carpa “era grandísima, verde”, que había una mesita y hombres que se movían alrededor de ella, parecían militares.
Una noche le sacaron las ataduras de los pies, la subieron a un vehículo y la transportaron hasta un punto en el que la bajaron, con la venda y las manos atadas con una correa aflojada, y le dijeron que se quedara ahí, quieta. “No sé cuánto tiempo estuve parada ahí, no sé si me dormí parada ahí”. Hasta que se animó a soltarse las manos y sacarse las vendas y comenzó a caminar guiada por una luz, estaba sucia, harapienta y llena de moretones y llagas. Llegó a la ruta e hizo señas hasta que se detuvieron dos camioneros. Supo así que estaba en la zona de El Galpón, los hombres la llevaron hasta las proximidades de su casa, en Metán, pidiéndole que no los mencionara. Había pasado un mes desde su secuestro.
Fuente: Elena Corvalan
 

domingo, 22 de julio de 2012


Para ustedes en el día del amig@, plagiando algo hermoso que me envíó una amiga y agregando algunas cosas de mi parte.
 En los suburbios de La Habana, llaman al amigo: mi tierra o mi sangre.

En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma ...La Llave, por que nos abre a los l sentidos de la vida . Todo lo que sabemos y lo que amamos se lo debemos a los amigos verdaderos

Mario Benedetti  cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.
Bendigo a todas las llaves que me ayudan a vivir a superar aquel infierno del cual muchos amigos y amigas no volvieron y a no bajar los brazos para que no vuelva a ocurrir .

Esos son mi tierra, mi sangre, mi pan,  mis amigas y mis amigos de ayer que no los  olvido , los de hoy con quienes puedo seguir cantando y de siempre!!!
GRACIAS!!!
 UN ABRAZO DEL ALMA. MARILY Presa Política  

miércoles, 18 de julio de 2012


RUBEN YAÑEZ PRESENTE!!




                                


PALABRAS DE SANDRA YAÑEZ  EN EL ACTO DE RESTITUCIÓN DE LOS RESTOS DE SU PADRE RUBEN YAÑEZ


Buenos días mi nombre es Sandra, soy la hija mayor de Rubèn Yañez, quiero agradecer su presencia en este homenaje, porque significa muchísimo tanto para mí, como para mi familia. Queremos agradecer el apoyo y el auspicio de la Cámara de Diputados de la Provincia de Salta, la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno de la Provincia de Salta, la Asociación Dr. Miguel Ragone, la Comisión de la Megacausa, el Sindicato de Luz y Fuerza; y a  todas las autoridades presentes, como así a las asociaciones de defensa DDHH que hoy se convocaron para acompañarnos Quiero agradecer en forma personal a quien hoy ya no se encuentra entre nosotros, pero fue mi apoyo y compañía  en la gestión inicial de la reivindicación de mi padre, la Sra. Lucrecia Barquet. Queremos, agradecer la permanente colaboración del Fiscal Federal de la Provincia de Jujuy  el Dr. Domingo Batule y  de manera especial a Ariel, a Elia,  a Germán y a Fernando, personas que trabajaron a nuestro lado conteniéndonos y enseñándonos con paciencia, a transitar este duro proceso de reencuentro familiar.


Mi padre desapareció el 8 de noviembre de 1975. Pasaron décadas sin saber de su paradero.
El 16 de marzo de 2012 el  Equipo Argentino de Antropología Forense, representado por el Lic. Miguel Ángel Nieva, nos comunicó la identificación fehaciente de sus restos. La peor noticia se confirmaba: un amplio informe detallaba las lesiones físicas que provocaron su muerte. Por cierto revelaba la saña  de sus ejecutores. Fue este Equipo, que con mucha perseverancia y por el trabajo mancomunado con el Proyecto de Iniciativa Latinoamericana para la identificación de Desaparecidos, el que hizo posible devolverle la identidad a mi padre, y con ello, la nuestra. Gracias Miguel, por tu tacto, comprensión y delicadeza.



Cómo cuesta, a esta altura y a la luz de los acontecimientos, escuchar frases detractoras y anacrónicas, validando todo el horror, la crueldad y la imposición del terror en forma organizada. Nos quisieron convencer que Rubén Yañez, mi padre, no estaba vivo… no estaba muerto… a decir del genocida Videla: “era un desaparecido”. Mi pregunta siempre fue qué significaba ese término, más allá de una estigmatización social. Fueron muchos años de mutismo y oscuridad. Ahora, mi familia y yo tenemos el privilegio de contar con sus restos, y podremos iniciar el duro proceso de cerrar una herida muy grande y armar ese gran rompecabezas que significó su desaparición. Ahora todos podemos hablar, sabemos quienes fueron sus sicarios, cuándo y dónde murió.

De a poco, nuestro país va recuperando su historia, para que todos los que vienen puedan contar con la Verdad y no se repitan los errores cometidos.


También estamos aquí presentes para recordar a Rubén Yañez, más allá del hecho puntual de su muerte. Fue un hombre multifacético (deportista, periodista, poeta, cantor, relojero, cazador, pescador, gremialista, amigo, hijo… hermano… esposo y padre). En su juventud practicó muchos deportes, destacándose en el futbol llegando a jugar en la liga salteña. En ese contexto - específicamente en el club Libertad- conoce al Dr. Miguel Ragone con quien comparte de inmediato sus inquietudes políticas y desarrolla una buena amistad. Fue corresponsal del diario “El Mundo”, militaba en el Frente Revolucionario Peronista, cursaba la carrera  de abogacía en la Universidad Católica de Salta hasta la fecha de su desaparición.
Como hija es un  privilegio poder contarles que fue un padre afectuoso, responsable, muy presente. Nos llevaba a eventos infantiles y disfrutaba de nuestra compañía. Al repasar mis recuerdos, al acordarme de nuestras charlas, de sus anécdotas, de su sonrisa, pareciera que nunca se fue… es que realmente nunca se fue… él sigue viviendo en mí y en todos aquellos a los que cuya lucha y trayectoria dejo una huella imborrable. La impronta  que El me legó: el  germen del bien y del mal están en el hombre, uno elige,  nunca dejes de luchar por Tus ideales.



Hoy tengo sentimientos encontrados: Por un lado la tristeza de su muerte y, por otro, la alegría de tenerlo entre nosotros nuevamente. Me siento orgullosa de ser una de sus descendientes. Obviamente que en estos largos años, lo extrañe, lo esperé y no pude llorarlo hasta ahora.

Mi padre y toda esa generación no están perdidos. Viven en mí y en cada uno de los que cotidianamente apostamos a la construcción de una sociedad diversa, libre y justa.
Este acto de homenaje, esta actitud social de negarse al olvido, me hace tomar nuevas fuerzas en la lucha por la Reivindicación, la Memoria, la Justicia y la Verdad de Rubén Yañez. Y es mi deseo profundo que todos los familiares de desaparecidos  puedan encontrar a los suyos y  las abuelas a sus anhelados nietos.

Muchas Gracias.

SE REANUDAN LAS AUDIENCIAS DELPRIMER JUICIO POR LOS CRIMENES DE LA DICTADURA EN JUJUY


Con nuevos testigos de la causa Alverez Garcia, este miércoles, 18 de julio, a las 9:00, en la sala de la Secretaría Electoral Federal, ubicada en la intersección de Ramírez de Velazco y San Martín, se reanudarán las audiencias correspondientes al primer juicio oral y público por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico militar en Jujuy.  En esta primera parte del proceso, el Tribunal ha citado a los testigos correspondientes a la causa Alvarez García.
El Tribunal Oral Federal que preside el Dr. René Vicente Casas y se integra además con los Dres. Marcelo Juárez Almaráz, Daniel Morín y la Dra. Fátima Ruiz López como suplente, tiene a su cargo el proceso donde se ventilan cuatro causas más, además de la de Alvarez García. En efecto, se investiga también lo sucedido con otras 42 víctimas que corresponden a los grupos Luis Aredez y otros (subgrupo Ledesma), Galeán y otros (subgrupo Tumbaya), Aragón y otros (subgrupo Servicio Penitenciario) y Avelino Bazán y otros (Grupo Mina El Aguilar).

Las audiencias son orales y públicas, esto significa que la participación está abierta a la comunidad en su conjunto –con excepción de menores de 18 años- La restricción en la participación está dada por la capacidad física de la sala que cuenten con lugar para 60 personas. A quienes quieran participar, previo al ingreso a la sala, se le requerirá su documento de identidad o cédula de la Policía Federal Argentina. . El ingreso se permitirá hasta colmar la capacidad de lugares disponibles, aunque siempre tendrán prioridad los familiares directos tanto de las víctimas como de los imputados conforme al cupo que se otorgó (27 lugares para familiares de víctimas, 10 lugares para familiares de imputados, 20 lugares para organismos de derechos humanos, 3 lugares para periodistas que se hayan acreditado).
 La Agencia de Noticias DH, es autonoma y es editada en la Capital Federal desde diciembre 2007