martes, 30 de abril de 2013

Testigo reconoció la celda donde estuvo, en el Escuadrón 20 de Orán


El ex detenido político Eduardo Fernández Muiños reconoció ayer la celda, en el Escuadrón 20 de Gendarmería de Orán, donde estuvo alojado tras ser detenido el 24 de marzo de 1976. También reconoció la celda donde vio a empleado municipal y militante comunista René Russo, detenido el mismo 24 de marzo y desaparecido de la cárcel de Villa Las Rosas, a fines de ese año.
Fernández Muiños y Pía Asunción Viltes, que también estuvo detenida en el Escuadrón 20 de Orán, fueron los dos testigos convocados por el Tribunal para la inspección en la sede de Gendarmería en Orán, que empezó mal, porque los gendarmes intentaron impedir el ingreso de los militantes de organismos de derechos humanos, querellantes y periodistas, cuando el entredicho llegaba a incidente, pasadas las 10, llegaron los jueces Carlos Jiménez Montilla y Gabriel Casas, y el fiscal Eduardo Villalba, y a los gendarmes no les quedó más remedio que permitir el acceso de la comitiva.
Los dos testigos ratificaron que estuvieron detenidos en el Escuadrón 20. Fernández Muiños se encaminó las rejas de las celdas, donde no pudo entrar porque estaba ocupado por detenidos a disposición de la Justicia Federal. Pero preguntó a los detenidos si adentro, a la derecha había una celda, le dijeron que sí, afirmó que él estuvo detenido en esa celda y en la de al lado (cuya existencia fue ratificada por los detenidos) estaba René Russo.
El testigo también reconoció un lugar que le recordaba al de la oficina del comandante, Luis Ángel Saboredo, que en 1976 era jefe de inteligencia en el Escuadrón 20 de Orán y ha sido señalado por Fernández Muiños como partícipe del interrogatorio al que fue sometido ni bien fue detenido.
Organismos de derechos humanos expresaron ayer su intención de señalizar el Escuadrón 20 como centro clandestino de detención y torturas.

lunes, 29 de abril de 2013

Testigos reconocieron el Regimiento 28 como lugar de detención. El Martes es el turno del Regimiento de Gendarmería en Oran.



Testigos que en 1976 estuvieron detenidos en dependencias del Regimiento de Monte 28, en Tartagal, reconocieron ayer la guardia del cuartel y los galpones donde los depositaron tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Y un testigo, Jesús Domínguez, señaló el lugar exacto donde asegura haber visto al militante peronista Jorge René Santillán, cuando lo entraban al Regimiento.
Santillán fue secuestrado de su casa el 10 de agosto de 1976 y restos de su cuerpo, sometido a una explosión, fueron encontrados en el camino a Acambuco, esa misma mañana. Domínguez asegura que lo vio a la madrugada en el Regimiento.
Ayer también hubo inspecciones en Acambuco y en el camino a Balbuena, donde se encontró el cuerpo del médico Pedro Urueña, secuestrado y asesinado en diciembre de 1975.
La recorrida por el Regimiento tartagalense se hizo en el marco de la inspección ocular dispuesta por el Tribunal Oral en lo Federal de Salta, que desde el año pasado juzga a 17 hombres acusados por delitos de lesa humanidad cometidos entre enero de 1975 y 1978 en perjuicio de 34 personas. El testimonio de Domínguez y el de los otros desmiente al general en retiro Héctor Ríos Ereñú, quien está siendo juzgado por los secuestros y homicidios de Santillán y Urueña. Además, sobre el general pesa un pedido para que se lo investigue por las detenciones ilegales en el Regimiento, en épocas en el que el militar era su jefe.
De las inspecciones de la víspera participaron los jueces Carlos Jiménez Montilla y Gabriel Casas, y el equipo de la Fiscalía, encabezado en este caso por el fiscal Eduardo Villalba (en ausencia de Ricardo Toranzos) e integrado también por Mariana Gamba y Rafael Lamas.
De la sucesión de inspecciones que se vienen realizando, la del Regimiento 28 fue hasta ahora la que concentró mayor cantidad de testigos: asistieron Rodolfo Zelarrayán, Marta Juárez, Jesús Domínguez, José Molina y Moisés Villagrán, ex detenidos políticos. Y también concurrió Santos Faustino Luza, que en 1976 era cabo en el Ejército, que en este proceso declara en calidad de testigo, pero que ha sido señalado por el testigo Ángel Antonio Juárez como integrante del grupo de hombres que la mañana del 24 de marzo de 1976 lo cargó en un camión Unimog y lo llevó al Ejército, donde permaneció 64 días en un galpón.
Ese galpón, o cuadra en el lenguaje castrense, es el que los testigos trataron de identificar ayer. A pesar de los cambios producidos en los más de 36 años transcurridos, y aunque no pudieron precisar en cuál de los dos que hay en el Regimiento permanecieron secuestrados, los testigos sí ratificaron que estuvieron en esa dependencia militar, en uno de los galpones. E identificaron sin inconvenientes la guardia. Hay testimonios que sostienen que hubo más de 170 detenidos en este lugar.
Domínguez reiteró las afirmaciones que realizó en diciembre del año pasado en este debate: que vio a Santillán dentro del Regimiento, a “altas horas”, que lo tuvieron solo “unos diez minutos” y lo sacaron nuevamente.

 Conmovedor

Por la tarde la comitiva inspeccionó el lugar donde fueron encontrados los restos de Santillán. De este recorrido participó la viuda del dirigente peronista y ex trabajador de YPF. Irma Yolanda Prado.  
Acompañada por dos de sus hijos, Irma reconoció el lugar exacto donde fue explosionado su marido, el 10 de agosto de 1976, ubicado a 3 kilómetros de la ruta nacional 34, por un camino de cornisa, tras una curva pronunciada. El lugar es fácilmente identificable porque aún perdura el socavón, y la cruz que Irma hizo colocar tiempo después de la muerte de Santillán.
Con su testimonio, calificado como “conmovedor” por quienes participaron de ese momento, y desde el punto de la cruz, los peritos pudieron determinar el lugar exacto donde se encontró el torso inferior de Santillán, y un zapato.

La última inspección fue en el camino a Balbuena, donde el ex médico policial Juan Carlos Ocampo, y la viuda de Urueña, Nicolasa Ester Tristán, no pudieron reconocer el lugar exacto donde se encontraron sus restos. Urueña fue secuestrado a la 1.30 del 16 de diciembre de 1975 de su casa en Tartagal. Diez días después, partes de su cuerpo, que había sido sometido a una explosión, fueron encontrados en el camino a Balbuena, al sur de Mosconi. Tristán recordó ayer que entonces había monte en ese lugar, donde ahora hay campo.
Mañana se reconoceré el lugar donde estuvo secuestrado el militante del partido comunista Rene Ruso.

domingo, 28 de abril de 2013

Inspecciones en el norte de la provincia


 El Tribunal Oral en lo Federal Criminal de Salta se trasladará lunes y martes al norte d el provincia para continuar con las inspecciones en el marco del megajuicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en esta ciudad desde mayo del año pasado.
Según se informó, el TOF tiene previsto comenzar la jornada de hoy en la localidad de General Mosconi, más precisamente en la casa de donde fue secuestrado el militante peronista y trabajador de YPF, Jorge René Santillán.
La comitiva, integrada por miembros de la Fiscalía, los testigos citados y algunos de los querellantes, se trasladará al Regimiento de Infantería de Monte 28, en donde (según los testimonios escuchados en este proceso) funcionó un centro clandestino de detención y cuyas instalaciones serán recorridas ahora en procura de identificar el lugar donde fueron alojados los detenidos a partir del 24 de marzo de 1976.
La última inspección será a partir de las 15, en el camino a Acambuco, en el lugar donde fueron encontrados los restos de Santillán, que había sido sometido a una explosión. Silvio Santillán, hijo de Jorge, y uno de los testigos de este proceso, será uno de los testigos que acompañará estas inspecciones. También asistirá la viuda de Santillán, Irma. 
Jorge René Santillán fue secuestrado en la madrugada del 10 de agosto de 1976, por un grupo de tareas integrado por cinco o seis hombres encapuchados que dijeron ser de la Policía. Sin embargo, uno de ellos, al que se le cayó la capucha, fue reconocido por la esposa de Santillán como un suboficial del Ejército. 
El cuerpo de Santillán fue encontrado alrededor de las 6 del mismo 10 de agosto, en el camino a Acambuco. 
Por este hecho están siendo juzgados el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall, y quien fuera jefe del Regimiento de Monte 28, con asiento en Tartagal, Héctor Ríos Ereñú, que en la democracia llegó a jefe del Estado Mayor del Ejército.
Por otra parte, mañana el Tribunal estará en San Ramón de la Nueva Orán, donde se inspeccionará el Escuadrón 20 de Gendarmería Nacional, donde existió otro centro clandestino de detención.

miércoles, 24 de abril de 2013

Señalizarán El Gallinato como lugar de exterminio durante la dictadura



El Concejo Deliberante del municipio de La Caldera aprobó señalizar los lugares de esa jurisdicción que hayan funcionado como centros clandestinos de detención o de exterminio “durante y antes” de 1976, y hasta 1983.
La ordenanza Nº 596, aprobada el 17 de este mes con la firma de los concejales Fernando Góngora, Marianela Gutiérrez y Marta Berazaín, dispone que se hagan dos señalizaciones: una, a la entrada de la ruta complementaria Nº 11, que atraviesa El Gallinato y conduce a la ciudad de General Güemes. Esta entrada está en la intersección de la ruta nacional 9, que lleva a Jujuy por el camino de cornisa.
La otra señalización se hará en la cuesta del paraje El Gallinato, a 2 kilómetros de la entrada, cerca del arroyo donde se encontraron los restos de personas que fueron explosionadas por los represores.
En El Gallinato fue asesinada Gemma Fernández Arcieri y se cree que también su marido, Héctor Gamboa. Y se sospecha que en el mismo lugar fueron asesinados Silvia Aramayo, “Chicho” Gallardo y Carlos César “Topogigio” Martínez. Todavía no se sabe cuántas personas perdieron la vida en ese lugar.
El testimonio del senador Juan Moreira (PJ), de La Caldera, da cuenta de que entre los kilómetros 2 y 3, contando desde la entrada, se cometieron al menos veinte homicidios entre 1976 y 1977. Tras la difusión de este testimonio a través de Nuevo Diario y Radio Nacional Salta, el fiscal federal Ricardo Toranzos pidió que el legislador declare en el megajuicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en esta ciudad desde mayo pasado. El Tribunal aprobó este pedido.
La señalización se aprobó de acuerdo a un proyecto de señalización y difusión presentado por organismos de derechos humanos de la provincia, la agrupación Hijos, la Asociación Lucrecia Barquet y la Comisión Megacausa Salta. La señalización de lugares que fueron escenario del terrorismo de Estado es impulsada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Archivo Nacional de la Memoria, a través de la Red Federal de sitios de Memoria, que “articula la gestión de políticas públicas de memoria entre el Poder Ejecutivo Nacional y las áreas estatales de derechos humanos de las provincias y de municipios”, se recuerda en los fundamentos de la ordenanza. Como parte de esa acción en Salta ya se señalizaron la Unidad Penal Nº 1, en Villa Las Rosas, y la Delegación local de la Policía Federal, que funcionaron como centros clandestinos de detención y torturas.
Acto de Señalización de la Sede de la Policía Federal diciembre 2012
En el caso de El Gallinato, el Concejo invitó a los organismos de derechos humanos, a familiares de las víctimas del terrorismo de Estado y a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación para que junto a la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de La Caldera definan el diseño de las señalizaciones.
El Concejo caldereño avanzó un poco más: invitó a otros municipios “a adoptar medidas idénticas en virtud de encontrarse bajo la misma identificación a la Comisaría de Güemes, la Comisaría de Metán y el Regimiento de Monte 28” de Tartagal.

martes, 23 de abril de 2013

Reconstruyen el circuito del terror en Salta


De a poco, las inspecciones oculares ordenadas por el Tribunal Oral en lo Federal van aportando datos que ayudan a reconstruir el circuito del terror en Salta, iniciado más de un año antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Ayer dos testigos presenciales señalaron, en el Cementerio de la Santa Cruz, el lugar donde el Ejército abrió una fosa común para arrojar cuerpos que traían por la noche. Otro testigo, el policía retirado José Carrasco, reconoció el lugar donde se encontró el cuerpo del militante peronista Eduardo Fronda, el 8 de enero de 1975, el primero de una larga lista de víctimas fatales de la represión paraestatal y estatal. Lo dejaron cerca del alambre del terreno del Ejército, en el camino a Lesser, a unos 300 metros de la entrada al Pucará de Buena Vista, el viejo casco de estancia que pertenece al Ejército y en la actualidad se alquila para fiestas pero que en la década del 70 era usado como residencia del subjefe del Ejército y cuyo paisaje tiene características similares a las descriptas por los detenidos que fueron torturados en centros clandestinos de detención y salieron con vida.
Con los testimonios volcados en el debate y las inspecciones ya se sabe que los detenidos eran concentrados en dependencias del Ejército, muchos eran pasados a otro centro clandestino de detención donde fueron sometidos a todo tipo de vejámenes (se sospecha que funcionó en Buena Vista), el lugar preferido para el exterminio de personas fue el solitario paraje El Gallinato, donde según un testigo hubo al menos veinte muertos. Si no eran sometidos a explosión para hacerlos desaparecer, los cuerpos eran ocultados en el Cementerio de la Santa Cruz.
Mariana Gamboa, querellante en este proceso por su madre, Gemma Fernández Arcieri, y su padre, Héctor Gamboa, secuestrados en septiembre de 196 y desaparecidos desde entonces, consideró que esta altura del juicio tienen “ya una reconstrucción de lo que significó ese momento”, y “falta terminar de determinar dónde quedaron lo restos de nuestros familiares”.
Gamboa insistió en que en la provincia “el circuito del terror fue uno solo”. “El territorio de Salta era un campo de batalla pensado por estas mentes de asesinos genocidas que utilizaban espacios geográficos para construir un plan sistemático de eliminación, entonces los lugares no eran casuales, tiene que ver con puntos clave donde ellos podían de alguna manera tener zona liberada, esconder pruebas, o sea, tenían como una razón de ser que se repite, es muy parecido al campo de concentración de La Perla, la situación del Chaco, de Jujuy, en donde los circuitos del terror tienen como piezas fundamentales la detención, la desaparición, la tortura, la búsqueda de información, el chequeo de esas personas y los traslados o destino final como le decían ellos mismos en la jerga que usaban para su eliminación”, analizó ayer tras las inspecciones.

Gamboa destacó asimismo la articulación de la represión “entre Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero, el circuito de la Zona y Subzona queda además probado y lo vamos a terminar de probar cuando vayamos a Tartagal y Orán”.

lunes, 22 de abril de 2013

Siguen Inspecciones oculares por el interior provincial. Encon Chico y Rosario de Lerma


“Era todo monte acá” 

Elena Corvalan


Con referencias a los cambios producidos en los 38 años trascurridos desde que se cometieron estos hechos, los policías retirados convocados a acompañar las inspecciones ordenadas por el Tribunal Oral de Salta reconocieron las escenas de los crímenes, en El Encón Chico y en el pueblo de Rosario de Lerma.

En El Encón Chico, en jurisdicción del municipio de Campo Quijano, fue asesinado, mediante una explosión, el periodista Héctor Luciano Jaime. Había estado desaparecido desde la noche del 12 de febrero de 1975, cuando fue secuestrado a la salida de su trabajo en el diario El Intransigente. Sus restos fueron encontrados el 14 de febrero, esparcidos por un explosivo, en un camino vecinal entre fincas que por entonces “era todo monte”, como recordó ayer el policía retirado Inocencio Roberto Medina, que en 1975 intervino como técnico dibujante haciendo el croquis ilustrativo de la ubicación de los restos encontrados en el camino vecinal y en la finca de propiedad de Néstor Alderete.

martes, 16 de abril de 2013

Desgarradores testimonios en una nueva inspección ocular realizada en el marco de la Megacausa de la UNSa en la localidad El Gallinato, departamento de La caldera, Salta.


Por: Alejandro Ahuerma
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta, integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Marta Liliana Snopek, Mario M. Juárez Almaraz y el juez sustituto Gabriel Casas, ordenó continuar hoy con la inspección ocular de sitios que funcionaron como centros de detención, de tortura y de exterminio. Hoy la inspección ocular se realizó en el paraje conocido como El gallinato, ubicado a unos 10 kms entre La Caldera y la ciudad de Salta, en un camino que une La Calderilla y el pueblo de Gral. Güemes.

Hasta allí se dirigieron después de una breve audiencia que comenzó a las 9,30 hs en el Tribunal, el Juez Carlos Enríquez Giménez Montilla, el fiscal Toranzos, abogados y miembros de la Querella, entre los que se encontraba Mariana Gamboa, hija de la profesora de la UNSa Gemma Fernández y su esposo Héctor Gamboa, quienes se cree fueron dinamitados en el lugar en septiembre 1976.

“El lugar”

Quienes se trasladaron hasta el lugar de los hechos, después de recorrer un poco más de 2 kms de camino, descendieron por un sendero acompañados por miembros de la gendarmería Nacional, hasta un arroyo lleno de piedras que surca un monte muy tupido, allí dos testigos, Néstor Colque y Juan Carlos Gutiérrez, ex agentes de policía, quienes afirmaron haber sido avisados por el ex interventor militar de La caldera, Demetrio Tolaba, llegaron hasta el lugar y se encontraron con el lugar donde encontraron una especie de cráter con muchísimas piedras rotas provocadas por una explosión de dinamita, y restos de cuerpos y ropas esparcidos por los árboles, sin poder determinar la cantidad de víctimas que eran, dijeron haber esperado que llegara el cuerpo de bomberos para retirar los restos.
“Un nuevo testimonio escalofriante”

Senador dice que vio “por lo menos veinte muertos” en El Gallinato



El senador provincial Juan Moreira por La Caldera, Juan Moreira (PJ), sostuvo ayer que cree que durante los años de terror, en la década del 70, hubo “por lo menos 20 muertos” en la zona de El Gallinato, en el departamento La Caldera, en el camino vecinal que conecta a la localidad homónima con la ciudad de General Güemes.
Moreira hizo estas declaraciones ante miembros de organizaciones de derechos humanos al término de la inspección ocular que el Tribunal Oral en lo Federal de Salta realizó ayer en El Gallinato, con la guía de los ex agentes Néstor Colque y Juan Carlos Gutiérrez, para reconocer el lugar exacto donde fueron encontrados los restos de la docente Gemma Fernández Arcieri y de su esposo, el comerciante Héctor Domingo Gamboa, hechos que se investigan en este proceso.
El senador fue acompañado por el intendente de La Caldera, Luis Mendaña, quien acercó su apoyo a la iniciativa de familiares de las víctimas del terrorismo de Estado para señalizar el lugar como un sitio de memoria. De hecho, concejales que fueron en la comitiva municipal se comprometieron a aprobar esta misma mañana una ordenanza en tal sentido.
Moreira contó que en 1976 vivía en El Gallinato y trabajaba en Yacones, por lo que recorría el camino vecinal  todos los días, a las 5 de la mañana.  Un “día venía en mi bicicleta y había tres vehículos, dos Ford Falcon y un Torino, (unos hombres) me alumbran, me dicen: ‘A dónde vas, quién sos, qué hacés a estas horas por acá’. Y uno dice: ‘Jefe, ¿qué hacemos con este?’ Y le dice: ‘Dejalo ir, pero decile que no pase más por acá’.” Eso fue, dijo el senador, en el Abra de Gallinato, en la primera curva pronunciada del camino vecinal, a dos kilómetros del camino de cornisa que conduce a Jujuy.
Moreira recordó que eran hombres de civil, con abrigos largos, con armas largas y que siempre creyó que eran de la Policía o el Ejército. Recordó también que siempre que hubo esos operativos por la madrugada, luego, cuando regresaba a su casa, a las 14 o 15, “ya estaba el cuerpo de Bomberos levantando los cuerpos”. Dijo que esto ocurrió sobre todo durante agosto, septiembre y octubre de 1976 y que cesaron en 1977.
 “Más o menos hay veinte muertos ahí, (…) los bomberos (los levantaron) así, por pedazos, porque se dinamitaron. A veces estaba la mitad del cuerpo, para abajo entero, y para arriba nada, y al revés, para arriba entero y abajo nada. (El ex policía Carlos César) ‘Topogigio’ Martínez murió ahí con un pañuelo verde en la boca”, contó el legislador.
Relató que luego se compró “una moto, una Puma 98, tenía primera y segunda y tenía un pedal. Un día venía en la motito que apenitas alumbraba,  cuando salgo ahí, ¡pum!, de nuevo (se encuentra con los hombres en el operativo). Como anteriormente venía en bicicleta parece que no se han dado cuenta que era el mismo, porque ahora aparecía en moto. Entonces me dicen: “A dónde va’: ‘Voy a hacer un trámite en la ciudad’. ‘Y adonde vivís’: ‘Acá’. No les dije ya que iba al trabajo, pensé: si les digo lo mismo se van a dar cuenta, yo sí los reconocí que eran las mismas personas, los mismos autos.” Moreira sostuvo que una vez más le permitieron seguir pero la advirtieron que  “nunca más” pasara a esa hora.
Por eso, a partir de entonces, cuando bajaba de El Gallinato, prestaba atención para ver si subían vehículos, en ese caso se ocultaba en el monte con la moto, “esperaba que pasen y recién seguía, y cuando volvía ya estaba la Policía levantando los cuerpos. (…) Estaba todo la Policía de La Caldera, de Vaqueros”.

lunes, 15 de abril de 2013

Testigos visitaron el lugar donde fue dejado el cuerpo de Risso Patrón


El finquero Rodolfo Saravia Toledo y el policía integrante de Bomberos Nicolás Ernesto Vélez señalaron ayer el lugar donde fue dejado el cuerpo del ex diputado provincial Luis Eduardo Risso Patrón, al pie del monumento a San Martín, en la plaza homónima de la ciudad de San José de Metán, donde residía el docente y militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) hasta que la represión y persecución a la que fue sometido lo obligaron a permanecer clandestino y buscar trabajo en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en el Chaco.
Saravia Toledo y Vélez fueron convocados por el Tribunal Oral en lo Federal de Salta para realizar una inspección ocular en la plaza metanense, que ayer se vio invadida por los visitantes miembros del Poder Judicial Federal y por los periodistas locales, que dieron cobertura al trámite.
Los jueces Carlos Jiménez Montilla y Gabriel Casas acompañaron al fiscal Ricardo Toranzos y a los secretarios. También siguieron las alternativas de la diligencia la militante de derechos humanos Nora Leonard y la ex rectora de la Universidad Nacional de Salta, Stella Bianchi.
A pesar de que la plaza fue remodelada en loso 35 años transcurridos desde que se cometiera este crimen, a mediados de 1976, Saravia Toledo y Vélez ubicaron el lugar donde se encontraba el monumento a San Martín en ese año, y que ahora está con baldosas.
Saravia Toledo recordó que vio el cuerpo a eso de las 4,30 del 12 de julio de 1976, cuando iba camino a su finca, en compañía de Ángel Hilario Retuerta. Contó que Risso Patrón estaba tirado al pie del monumento, con un brazo cubriéndole la cara como si hubiera tenido un reflejo defensivo, y que cerca había una caja con una calavera y tenía la leyenda “peligro explosivo”. Testigos que han declarado en este proceso, en relación al asesinato de Risso Patrón, sostienen que al dejar su cuerpo en la plaza principal se intentaba dar un mensaje aleccionador a la población metanense. En igual sentido habría operado la caja con la leyenda “explosivo”, aunque solo tenía material inútil para producir una explosión.
Risso Patrón fue secuestrado en Presidencia Roque Sáenz Peña por un grupo de tareas que antes había secuestrado a su hijo de 15 años para obligarlo a entregarse. Luego el ex diputado fue visto en centros clandestinos de detención de Santiago del Estero y Tucumán.
Para el martes 16 de abril se retoma la apertura de audiencia, a horas 9:30 en la sede de Tribunal Oral Federal de Salta, de allí  el Tribunal tiene previsto trasldarse e inspeccionar el paraje El Gallinato, en la zona de La Caldera, donde fueron asesinados (sometidos a explosión) un número indeterminado de secuestrados por razones políticas, entre ellos, Gemma Fernández Arcieri de Gamboa y Héctor Domingo Gamboa, cuyas desapariciones se investigan en este proceso.

domingo, 14 de abril de 2013

Inspeccionan la plaza de Metán donde fue dejado el cuerpo de Risso Patrón



El Tribunal Oral en lo Federal que adelante el megajuicio por delitos de lesa humanidad en Salta visitará hoy la ciudad de Metán para inspeccionar la plaza San Martín, donde el 13 de julio de 1976 fueron abandonados los restos del ex diputado provincial Luis Risso Patrón, asesinado por un grupo de tareas que antes había secuestrado a su hijo de 15 años, como señuelo para obligarlo a entregarse.
Dentro de la serie de inspecciones que viene realizando, el Tribunal tiene previsto visitar hoy la plaza y el monumento a San Martón en Metán, donde fue dejado el cuerpo de Risso Patrón, acribillado a tiros y rodeado de explosivos.
Este Tribunal escuchó testimonios sobre este hecho a mediados del año pasado, entonces declararon una hija de Risso Patrón, Gabriela, y su hermano, Daniel Risso Patrón, que durante la dictadura sufrió la cárcel en Santiago del Estero.
Risso Patrón era conocido como “el profesor”. Nacido en Santiago del Estero, había empezado la docencia como maestro en Metán y más tarde enseñaba en el secundario metanense. En su secundaria había sido amigo de Roberto Santucho, el líder del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y de su brazo armado, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Luis Risso Patrón fue diputado durante el gobierno de Miguel Ragone, después de la intervención, y el golpe de Estado, ya con amenazas en su contra, y luego de una larga clandestinidad, había conseguido trabajo en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en el Chaco, adonde, el 12 de junio de 1976, lo fueron a buscar sus secuestradores, con su hijo mayor.
Fue visto en centros clandestinos de detención de Santiago del Estero y de Tucumán hasta que el 13 de julio de 1976 los habitantes de Metán despertaron con su cuerpo torturado en la plaza principal.
Por este hecho están siendo juzgados el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall; el ex jefe de Seguridad de la Policía, Joaquín Guil, y el policía retirado Roberto Puertas
 

En El Gallinato

El Tribunal ha dispuesto que mañana inspeccionará el paraje El Gallinato, lugar donde fueron sometidos a explosión varios detenidos políticos, entre ellos el matrimonio integrado por Gemma Fernández Arcieri y Héctor Domingo Gamboa.
Más adelante se harán inspecciones en la casa donde fueron asesinados los hermanos Estopiñán, Alfredo Mattioli y Ricardo oTapia, además de El Encón Chico, donde se encontraron los restos del periodista Luciano Jaime, y el camino a Lesser, donde fue dejado el cuerpo de Eduardo Fronda.

miércoles, 10 de abril de 2013

Sobre la responsabilidad empresarial en la dictadura militar. La Cámara Federal de Salta consideró al empresario instigador de la imposición de tormentos a Víctor Cobos, uno de los choferes de la compañía. Pero los jueces no consideraron “víctimas” a otros trabajadores secuestrados.

Marcos Jacobo Levin, ex propietario de La Veloz del Norte.

Por Alejandra Dandan
No hay duda de que es un primer avance. La Cámara Federal de la provincia de Salta confirmó el procesamiento del empresario de trasportes Marcos Jacobo Levin, propietario de La Veloz del Norte, por instigar a la imposición de tormentos a Víctor Cobos, uno de los choferes de la compañía durante la dictadura. El fallo tiene el mérito de ser el primero en el país que confirma la responsabilidad empresaria en crímenes de lesa humanidad y elabora una interpretación valiosa sobre la articulación entre empresa y Estado represivo. Sin embargo, dejó varias cuentas pendientes. La más importante e “inentendible”, a ojos de la fiscalía, es que dejó fuera del carácter de “víctimas” a otros catorce trabajadores de la empresa secuestrados y sometidos a tormentos en la misma comisaría que funcionó como centro clandestino.

martes, 9 de abril de 2013

Se afirma la existencia de un centro de detención en campos del Ejército


Cada vez se suman más datos para apuntalar la sospecha de que en los campos, y montes, del mismo Ejército funcionó un centro clandestino de detención y tortura. Testigos que declararon en el megajuicio por delitos de lesa humanidad contaron haber sido trasladados a un campamento en medio del monte, donde había un curso de agua o arroyito, y donde fueron sometidos a todo tipo de vejámenes, incluidas las violaciones.
La descripción se condice con el extremo sur de los campos del Ejército, que linda con Castellanos, conocido como Bella Vista, donde ahora se encuentra un salón de fiestas, que antes pertenecía a la familia Sola y que en la década del 70 era la casa del segundo jefe. “Hay un curso de agua muy pequeño hacia Bella Vista”, describió el actual jefe del Vto de Caballería, Juan Carlos Canpisano, que colaboró con la inspección que realizó el Tribunal Oral en lo Federal Criminal de Salta en el marco del megajuicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en esta ciudad. Cerca del casco hay un polvorín con una caseta para los guardias, y no hay más edificaciones militares, agregó el militar de apellido Zelaya.
El testigo Aldo Bellandi, que participó ayer de las inspecciones en la Central de Policía y en el Regimiento de Caballería V, aportó más datos que apuntalan la sospecha de un centro clandestino en los campos del Ejército. Bellandi, que fue jefe de Movilidad durante el gobierno de Miguel Ragone, fue detenido el 24 de marzo de 1976, alojado y torturado primero en la Central de Policía y llevado luego a un centro de torturas que él identifica como el Regimiento, porque se lo dijo otro compañero de detención (Elejalde) y porque esa es la percepción que tuvo al ser trasladado encapuchado.
Bellandi dijo que desde la Central hubo un viaje de varios minutos, que hubo una parada (que podría ser la Guardia del Regimiento) y luego el vehículo siguió “como 15 cuadras” por un camino que le pareció de tierra por “los barquinazos” que daba el auto, hasta que lo depositaron en un lugar con piso de tierra, donde había otros detenidos. Recordó que escuchaba sus quejidos y gritos de dolor, y él mismo fue torturado, sometido al submarino y a simulacros de fusilamiento. Otros dos testigos, Rodolfo Villalba Ovejero y Santiago Pérez Alsina, que ayer participaron de la inspección y que en 1976 estaban haciendo el servicio militar, recordaron que en esa época el camino que conduce a los fondos del Regimiento no estaba pavimentado.
A principios de 1976 estaba cumpliendo el servicio militar Víctor Brizzi, que fue desaparecido del mismo Regimiento de Caballería V, un hecho que también es parte de este proceso judicial.
Villalba Ovejero confirmó que compartía la instrucción con Brizzi. Dormían en unos galpones ubicados al fondo de las edificaciones. Una mañana, a eso de las 10, mientras recibían instrucción de teoría sobre tiro, vinieron de la Guardia de Caballería diciendo que lo buscaban a Brizzi y lo llevaron caminando “en diagonal”. “Nunca más lo vi”, sostuvo Villalba Ovejero.
Detrás de los galpones donde dormían solo había (y aún hay) un polvorín y campos. Delante ahora hay dos grandes galpones (de Logística), pero en 1976 no estaban y era “todo descampado”, confirmaron ambos testigos. En los alrededores de los galpones hacían la instrucción. Esos galpones están a unos 8 kilómetros de Bella Vista, el antiguo casco de estancia que linda con Castellanos.
Para los querellantes en ese lugar “funcionó como un centro clandestino de detención, lo que nos falta es especificar el lugar preciso en donde estuvieron, y se presume que de ahí también fue la desaparición de Víctor Brizzi y todas las detenciones clandestinas del 24 de marzo de 1976 que se probaron en la causa que estuvieron en el Ejército”, sostuvo Mariana Gamboa, hija de Gemma Fernández Arcieri y de Héctor Domingo Gamboa, cuyos secuestros y desapariciones se investigan en este proceso.

lunes, 8 de abril de 2013

Cornejo Alemán pidió ser apartado y ex presos reconocieron lugares de detención


Una cal y una de arena en el megajuicio por violaciones a los derechos humanos: por un lado, Joaquín Cornejo Alemán mostró las cartas y pidió ser apartado del debate; por el otro, los ex detenidos políticos Carlos Holmquist, Nora Leonard, Pía Asunción Vilte y Néstor Finetti reconocieron los lugares donde sufrieron la detención y torturas, en la Delegación de la Federal y en la cárcel de Villa Las Rosas.
La jornada de ayer comenzó con una audiencia corta, en los Tribunales Federales, en la que el defensor oficial Federico Petrina pidió que el militar Joaquín Cornejo Alemán sea apartado de este proceso, petición a la que se opusieron la Fiscalía y los querellantes y que será resuelta hoy por el Tribunal Oral. El militar era segundo jefe del Regimiento de Caballería V y está acusado por la desaparición del soldado Víctor Brizzi.
Los querellantes temen que si el Tribunal hace lugar a la pretensión de Cornejo Alemán se abra una vía por la que querrán ser apartados también otros represores, al fin y al cabo la mayoría son ancianos y tienen distintas dolencias. Ayer se recordaba que el ex jefe del Ejército en Salta, Carlos Alberto Mulhall, padece de una cardiopatía.
Petrina basa su pedido en el informe del perito médico Ricardo Chevarlzk, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al que recurrió el Tribunal para preguntarle cuánto tiempo necesita el militar pare reponerse de un infarto sufrido el 2 de marzo y si podrá seguir las audiencias por videoconferencia. El perito dijo que“no puede determinarse un tiempo de recuperación” pero que “se puede inferir”que “no puede ser inferior a los 90 días” y hasta podría “llegar a los 180 días”.Y aseguró que “no se encuentra en condiciones de presenciar el juicio” porque esto le provocaría un estrés que podría poner en riesgo su vida.
El fiscal Ricardo Toranzos pidió al Tribunal que “no se adopte ninguna decisión definitiva” sobre Cornejo Alemán, teniendo en cuenta que Chevarlzk no lo revisó sino que hizo su informe sobre la base de los antecedentes y la historia clínica que le hicieron llegar, además todavía se deben realizar otras diligencias y en ese tiempo podría haber una evolución en el estado de su salud. Los querellantes Susana Aramayo y Gastón Casabella pidieron que se haga otro informe, producido por un especialista que revise a Cornejo Alemán. Y la querellante Tania Kiriaco recordó que hay antecedentes de imputados por delitos de lesa humanidad obligados a concurrir a debate aún en delicado estado de salud, y remató: actuar de otra manera podría constituirse en un aporte para la impunidad.
El Tribunal dará a conocer su decisión hoy, a las 9.30, antes de inspeccionar la Central de Policía y el Regimiento de Caballería V.

“Ahí lo ví a Fronda”

El ex detenido político Carlos Holmquist describió ayer el recorrido que hizo en la Delegación de la Policía Federal, donde fue torturado, y ratificó que ahí vio al militante peronista Eduardo Fronda, asesinado en enero de 1975.

domingo, 7 de abril de 2013

Megajuicio: inspecciones en la Federal y Las Rosas


 El megajuicio por delitos de lesa humanidad en perjuicio de 34 personas que desde mayo del año pasado se lleva a cabo en esta ciudad cambiará su escenario esta semana, dado el Tribunal Oral en lo Federal Criminal ha decidido realizar inspecciones oculares en la Delegación de la Policía Federal y en la cárcel de Villa Las Rosas.
De esta manera el Tribunal, integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Mario Marcelo Juárez Almaraz, la jueza Marta Liliana Snopek y el cuarto juez Gabriel Casas, está completando medidas en torno a causas en las que no está imputado el militar Joaquín Cornejo Alemán, quien ha pedido 90 días de receso para atender una afección de salud.
Para hoy el Tribunal citó a los participantes del debate a las 9, en la Delegación de la Federal, que será inspeccionada por los jueces, el fiscal, las querellas y los defensores en compañía de Carlos Arturo Holmquist, testigo que afirma haber visto a Eduardo Fronda en este lugar poco antes de que su cuerpo fuera encontrado acribillado a tiros en una zona cercana a San Lorenzo.
En los 70 Holmquist era un militante del peronismo revolucionario y cayó detenido en diciembre de 1974. En este juicio declaró en junio del año pasado y aseguró que “el 3 o 4 de enero de 1975” Fronda estaba en la Delegación de la Federal, donde lo escuchó quejarse, y alcanzó a decirle: “Me pegaron. Soy Fronda”. Más tarde, cuando le permitieron ir al baño, alcanzó a verlo, estaba “con su torso desnudo, esposado en un banco. Descalzo, pero con medias”.
Tras esta inspección, el Tribunal se trasladará a la cárcel de Villa Las Rosas, donde han sido citados los testigos Pía Asunción Vilte, Nora Leonard y Néstor Antonio Finetti, que estuvieron detenidos en ese lugar.
Vilte era la pareja de Raúl Francisco Osores, cuyo secuestro y desaparición se investiga en este proceso. La testigo fue detenida el 24 de marzo de 1976 en Embarcación. El derrotero de su detención incluye la sede de Gendarmería en Orán, la Central de Policía de Salta, la cárcel de Villa Las Rosas y la cárcel de Villa Devoto, donde estuvo unos tres años. Osores fue detenido en abril de 1976, estuvo en Gendarmería en Orán, en la cárcel de Villa Las Rosas y en la Central de Policía de Salta.

jueves, 4 de abril de 2013

Organismos de DDHH contra el fallo de la Cámara Federal de Salta. Se trata del capitán retirado Jorge Ripoll, procesado por el secuestro y homicidio de Julio Alvarez García, en 1976.




Expresan repudio por libertad a “represor”
Expresan repudio por libertad a “represor” Jorge Ripoll

 
 
 Fuente: El Tribuno
Los organismos históricos de Derechos Humanos de Jujuy repudiaron la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, integrada por los jueces Rabbi Baldi Cabanillas, Loutayf Ranea y Villada, de liberar por “falta de mérito” a uno de los represores emblemáticos de la provincia durante la última dictadura cívico militar, el capitán retirado Jorge Isaac Ripoll.
“Este oscuro personaje fue mano derecha del responsable de la represión en Jujuy, el coronel Carlos Bulacios, jefe del área 323. Ripoll compartió estructuras con los represores Braga y Bulgheroni, actualmente juzgados. Formaban parte de ese dispositivo clandestino en el cual nada estaba librado al azar, todos cumplían una función dentro de ese engranaje de la muerte y desaparición. Pretendernos hacer creer que el coronel Ripoll era ajeno a lo que sucedía en dicha unidad militar, es un absurdo”, indicaron.
Ripoll había sido procesado por el secuestro y homicidio de Julio Rolando Alvarez García en 1976, sobre la base de testimonios y de su legajo.
“Con miles de procesos judiciales en marcha a lo largo y ancho del país, ha quedado demostrada y probada la existencia de este plan sistemático y clandestino,en la que las pruebas testimoniales cobran especial relevancia por las características de estos delitos. Por lo tanto a esta altura exigir “pruebas directas” es un pretexto para seguir perpetuando la impunidad de estos personajes”.
“Creemos que la decisión es una nueva estrategia para frenar el avance de las causas por delitos de lesa humanidad. Así como lo hizo, el ex juez subrogante Carlos Olivera Pastor, en Jujuy quién demoró sistemáticamente el avance hacia la verdad y la justicia. La Cámara de Salta convalidó todas sus decisiones y con ese accionar evitó investigar a represores civiles”, expresaron.
El juez Rabbi Baldi Cabanillas fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura por varios cuestionamientos y vinculaciones con las fuerzas represivas y cómplices civiles que dan cuenta del accionar de esta Cámara en las causas de Jujuy.
“Por eso decimos hoy más que nunca que estos jueces cómplices de la dictadura deben ser sometidos a juicios políticos. Necesitamos una justicia más democrática y comprometida con los valores de la verdad, la memoria y la Justicia”, finalizaron.