domingo, 17 de febrero de 2013

Un imputado por apropiador, citado como testigo

 Con la novedad de que vendría a declarar en calidad de testigo un coronel retirado procesado por la apropiación de un niño, continuarán hoy y mañana las audiencias en el marco de la megacausa por crímenes de lesa humanidad que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Federal Criminal de Salta.
Entre los testigos convocados para el martes se cuenta un “teniente primero Ernesto Salvador Girbone”, a quien se menciona como jefe de la Agrupación de Instrucción. Aunque el primer nombre de pila no coincide, otros datos indican que se trata del actual coronel retirado Héctor Salvador Girbone, quien registra en su legajo un paso por el Destacamento de Exploración de Caballería de Montaña 141 en Salta, donde habría cumplido funciones entre el 1 de diciembre de 1975 y el 5 de diciembre de 1977 y habría sido jefe de escuadrón, con el grado de teniente primero.
En octubre pasado Héctor Girbone fue procesado por la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 1 de Buenos Aires. La magistrada también procesó al primo del coronel retirado, Salvador Girbone, y a la esposa de éste, Raquel Ali Amhed, por la sustracción, retención y ocultamiento de Pablo Javier Gaona Miranda, inscripto como Leandro Daniel Girbone, y nieto 106 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. La jueza dictó la prisión preventiva para los tres acusados y les impuso embargos de 850 mil pesos para el matrimonio, y de 1.350.000 pesos a Héctor Girbone, a quien se atribuye haber entregado el niño a sus primos. El 14 de mayo de 1978, cuando tenía un mes de vida, Pablo Javier fue secuestrado junto a sus padres, Ricardo Gaona Paiva y María Rosa Miranda (militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP). Ambos permanecen desaparecidos.
El testimonio de Girbone fue propuesto por el defensor oficial Federico Petrina, quien también pidió que se cite a declarar al militar retirado Marcelo Ranfagni, que a mediados de la década del 70 también prestaba servicios en el Regimiento de Caballería Ligero (C5).
Para hoy están previstos 20 testimonios, entre ellos los del dirigente justicialista Santos Jacinto Dávalos, entre otros destacados. 


El primo que ofició de entregador

Abuelas de Plaza de Mayo pidió la elevación a juicio oral de la causa, y entre los acusados figura Héctor Salvador Girbone, quien se desempeñó en el Ejército durante la dictadura e incluso hasta septiembre del año pasado.
Pablo Javier Gaona Miranda es el 106º nieto recuperado por las Abuelas.


Por Alejandra Dandan


Pablo Javier Gaona Miranda se acercó la primera vez a la sede de Abuelas de Plaza de Mayo con dudas acerca de quién era. Entre otras cosas, llenó un formulario cuya respuesta ahora está en el expediente judicial. En Abuelas, le preguntaron si tenía “parientes, amigos o vecinos en las fuerzas armadas o de seguridad”. Pablo, que en ese momento tenía otro nombre y creía que era “hijo adoptivo”, respondió que el primo de su padre era militar. Héctor campaSalvador Girbone estuvo en el Ejército durante la dictadura y siguió en esa fuerza hasta septiembre del año pasado, cuando quedó detenido por su apropiación. La semana pasada, Abuelas pidió la elevación a juicio oral de la causa en el juzgado de María Servini de Cubría: entre los acusados, además de los dos apropiadores, figura Girbone, a quien la denuncia sitúa como “entregador”.

Pablo Javier Gaona Miranda es el último nieto recuperado, a quien Abuelas presentó el año pasado como el nieto identificado número 106. Es hijo de Ricardo Gaona y María Rosa Miranda. Nació el 13 de abril de 1978 en el Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires. Un mes después, el 14 de mayo de 1978, sus padres y él recién nacido participaron de un encuentro familiar en Villa Martelli. Esa noche no volvieron a su casa, desde entonces la familia no tuvo más noticias de ellos y hoy la causa indica que ese día los tres fueron secuestrados por agentes del Ejército argentino o de otras fuerzas represivas que actuaban bajo su control. “En algún momento, entre aquel día y el 8 de agosto de 1978 –continúa el expediente–, Pablo Javier fue sustraído de la esfera de custodia de sus padres por agentes del Ejército, entre los que se encontraba Héctor Salvador Girbone que entregó el niño al matrimonio compuesto por su primo Salvador Norberto Girbone y Haydeé Raquel Alí Ahmed, a fin de que éstos lo inscribieran en los registros públicos como si fuera su propio hijo y lo criaran como tal.”

Cuando Abuelas difundió la noticia de la recuperación de la identidad de Pablo, poco se sabía sobre Héctor Salvador Girbone que todavía en septiembre del año pasado seguía en el Ejército, trabajando en una oficina administrativa. De acuerdo con su legajo personal, estuvo en el Ejército durante el período completo de la última dictadura. En 1978 tenía el rango de teniente primero y de su “Informe de Calificación” correspondiente al año 1977-1978 se desprende que entre el 5 de diciembre de 1977 y el 3 de octubre de 1978 tuvo como destino la Escuela de Caballería en Campo de Mayo. También tuvo destinos en la Escuela de Inteligencia, entre ellos, en marzo de 1981 estuvo como oficial de Inteligencia de la Plana Mayor de la misma Escuela de Caballería.

En el escrito de “elevación” del juicio, el abogado de Abuelas Alan Iud retoma estos antecedentes para marcar relaciones de Girbone con la causa. Una de ellas es que el operativo del secuestro de los Gaona Miranda se produjo en mayo de 1978, durante el período en el que Girbone estaba en Campo de Mayo. El lugar de la caída, que fue Villa Martelli, dependía operacionalmente de la zona de Defensa IV: es decir, el Comando de Institutos Militares, ubicado dentro de la guarnición militar de Campo de Mayo, del cual dependía la Escuela de Caballería.

Otro dato que señala la “elevación” es que el certificado falso de “constatación de nacimiento” lo firmó un médico llamado Ricardo Nicolás Lederer. Para el año 1978, Lederer se desempeñó en el Hospital Militar de Campo de Mayo, donde estaba la “maternidad clandestina”. Los abogados indican que de la lectura de los legajos “surge con toda claridad” que Lederer y Girbone se conocían, no solo porque compartieron destino en Campo de Mayo para la fecha de los hechos, sino también porque entre 1976 y 1977 habían estado juntos en la provincia de Salta.

Cuando fue a Abuelas, Pablo también habló de ese “padrino”. Contó que él siempre supo que era “adoptado”, pero dijo que sus primeras dudas acerca de que podía ser hijo de desaparecidos surgieron entre fines de 2002 y principios de 2003, cuando supo que “el primo de mi padre era militar”. No se acercó a Abuelas, sin embargo, hasta años más tarde. Entre ese momento y el año 2008 atravesó “un proceso interno”, pero nunca planteó el tema ni habló sobre sus dudas con las personas que lo criaron. “A fines de 2008 le planteo a mi madre la necesidad de querer saber quién era yo –contó Pablo–, y específicamente le dije que yo creía que podía ser hijo de desaparecidos y que quería ir a Abuelas a hacerme un ADN. Yo le hice este comentario, y ella me dijo que también sospechaba que yo podía ser hijo de desaparecidos. No me lo dijo con esas palabras, me lo dio a entender.”

En ese momento, Pablo también dijo que Alí Ahmed “hace muy poco me comenta que me fueron a buscar a un, no sé el lugar, no sé si era una casa de monjas o un instituto en San Fernando, ahí es donde tuvieron el contacto conmigo. Esto lo sé hace tres semanas, después de los resultados del ADN. Héctor Girbone es el que avisa que en ese lugar había varios chicos”.

Otro tramo de la causa señala que Alí Ahmed en realidad sabía que Pablo era hijo de desaparecidos. Pablo contó en una entrevista que, por ejemplo, esa vez, en 2008, cuando él le dijo a ella que quería ir a Abuelas, la mujer “se quedó paralizada, le dijo que por favor no venga, que sí era hijo de desaparecidos, que lo había traído este tío padrino”.

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